miércoles, 9 de marzo de 2011

Archivo 18: "Esperanza" (P.I)




La lluvia caía a raudales… destellos de plata y roció se deslizaban entre la bruma de la mañana… el “sector seguro” se encontraba a unos cuantos metros de distancia… Y una figura encapuchada se acercaba tambaleándose…

Un potente silbido llamo la atención del encapuchado… levanto la cabeza y sus ojos ambar detectaron a una chiquilla de cabello color bronce viejo… alzaba una Uzi de Carabineros por sobre su cabeza y le sonreía… Subiéndose más la mochila sobre sus hombros, anduvo el resto del trecho faltante y la abrazo…

“¿Cómo te fue Pedro?”- pregunto Morrigan Doyne saludando a su amigo… “¿Conseguiste algo interesante?”

“Si”- añadió el recién llegado abriendo su mochila… “Perfumes, Confort, Agua Embotellada y Cremas… ¿Qué haces aquí?... A ti no te tocaba guardia hoy”

“No podía soportar “Al Alcaldesillo” allá adentro, está sentado frente a la chimenea haciendo un plan para dejar algunas manzanas limpias de esos monstruos… Francamente si no fuera porque necesitamos un medico me habría ido después de romperle la maldita cara”

Pedro sonrió humildemente… Se encontraban en su propia ciudad cuando todo inicio… era un día lunes… aquel día Morrigan no debía ir a la facultad… Sus padres estaban en Irlanda, justo decidieron irse de vacaciones allá… Pedro venia en la locomoción cuando se desato el terror, llego a su casa y encontró a uno de sus hermanos pequeños muerto a manos del otro, ambos eran gemelos y el asesino estaba devorando al otro… Pedro le abrió la cabeza con y fierro del asador… luego debió hacer lo mismo con el hermano asesinado cuando volvió reanimado… Morrigan lo llamo aterrada observando las noticias… para ese momentos el pandemonio era total… El hospital y la clínica quilpueina no daban abasto para tantos lesionados… Pedro debió salir a por Morrigan, correr esquivando autos, camillas, delincuentes que empezaban con los saqueos, e infectados que empezaban a morir y a revivir… los miramientos se acabaron tanto delincuentes, como muertos reanimados recibían un tiro en la cabeza en caso de estar haciendo alboroto…

Los Carabineros llenaron las calles llamando refuerzos del ejército… refuerzos que no llegarían, tenían que defender calles, ciudades, autoridades y depósitos más importantes que esa ciudad sin nada interesante… Morrigan espero a su amigo con la puerta trancada… cuando noto que era el le abrió y lo abrazo llorando… Ismael, Sergio y Felipe no los había podido ubicar, Allyson estaba donde su novio y Aníbal estaba atrapado en la estación de metro del centro.

Las líneas estaban copadas… era difícil comunicarse, Pedro obligo a Morrigan a meter algunas prendas en una mochila… coger algo con que defenderse y salir pitando de allí… De esta forma se reunieron en casa de Pedro con un temeroso Aníbal… las horas pasaron y nadie de los familiares llego, Pedro estaba en estado de shock… los tres en la pieza de los gemelos recién muertos… Los gritos y la confusión se alzaron en las calles… Hasta que al amanecer… la calma se mezclo con la niebla y ambas descendieron sobre la ciudad silenciosa…

“Morrigan”- anuncio Pedro… “Creo que tengo ganas de una sopa caliente… ¿Me acompañas?”

“Obvio Querido”

Ambos caminaron dentro del perímetro… Aquel perímetro era el que protegía un condominio de medianas proporciones, en el cual ellos vivían en comunidad junto a otras treinta y tanto personas que habían conseguido escamotear el cuerpo y el alma de la muerte desastrosa que suponía el ser mordido… Morrigan parloteaba indiferente al silencio persistente de su amigo… sabía que él se sentía cómodo así, ambos traspusieron las puertas saludando a Hormazabal… un antiguo vendedor de diarios que le tocaba la guardia aquel día…

“¡Doyne!”- grito una voz…

Un tipo joven y flaco caminaba resuelto hacia ellos… en su mano llevaba un pedazo garrote de madera… se paro, resuelto frente a los muchachos…

“¿Con autorización de quien saliste ahora?... ¡No estás de guardia hoy!”

Morrigan frunció el ceño… Pedro le lanzo una mirada acida al tipo, el que se hacía llamar a sí mismo “El Alcalde”… el daba las órdenes porque siempre estaba dispuesto a hacer hasta lo último por acabar con quienes los “molestaran”… ya fueran vivos o muertos…

“¡Pones en peligro tu seguridad y con ello la de todos nosotros!... Ya te dije ya Doyne tu sigues haciendo eso y yo…”

“¿Y tú qué?”- pregunto Morrigan desafiante… “¿Qué piensas hacer si desobedezco Lautaro?... Dímelo a la cara veamos”

El hombre le lanzo una mirada asesina y nada dijo, se volvió y les dio la espalda… Pedro lo siguió con la mirada, pero Morrigan tan solo se limito a sonreír satisfecha… Caminaron unos cuantos metros hasta llegar a la casa Numero 5… Hogar de ellos dos, Aníbal y Mariela con su hijo… recientemente había llegado a las puertas del condominio otro conocido… el cual llego herido y maltrecho, muy deshidratado, pero con los ojos en llamas y la feroz determinación de vivir… Cuando fue examinado a conciencia por el único medico que tenían, un tanatologo llamado Mortis, el hombre dictamino que lo mejor sería dejarlo dormir para que muriera en paz y no hacerlo sufrir… Pero Morrigan y Allyson (Quien vivía en otra casa con Lautaro); reclamaron tanto y armaron tal jarana, que el médico no se vio en otra opción que curar y “acomodar” lo más posible al enfermo… con el paso de los días el recién llegado fue mejorando a ojos vista, gano algo de peso y pudieron conversar… Esa persona era Ismael…

Cuando ingresaron… Ismael y Aníbal estaban sentados en un raido sillón… el primero cubierto con una manta… el segundo tallando unas varas finas para crear flechas para su amigo…

Alejandro… alias “Janito”… el hijo pequeño de Mariela jugaba animado a los pies de los otros… Y Mariela leía… parecía una imagen para postal navideña…

“¡Hola!”- chillo Aníbal con parsimonia… “Que se demoraron”

“Si, nos detuvo “El Alcalducho” con sus sermones de hombre ocupado”- gruño Morrigan escondiendo la UZI dentro de su generoso sostén… Pedro por su parte se quito el impermeable y se dejo caer cansado en el último sillón disponible…

“Tenemos que armar cuadrillas para buscar cosas que nos sirvan”- explico Pedro… “Hay algunas cosas que están escaseando cada vez más… Jabón, Papel Higiénico, Sopa, Leche, Harina, Parafina y Combustibles”

“Si, pero el cabron del “Jefe” no quiere armar cuadrillas porque según él es algo innecesario”- respondió Ismael…

“Nadie nos va a negar cosas como esas… Porque al fin y al cabo… Por protegernos de morir comidos… Vamos a morir de hambre”- opino Morrigan…

“Yo opino igual Morri… Leche y Jabón… Tendremos que empezar a regalarlos envueltos en papel de regalo para los cumpleaños”- tercio Mariela con voz cansina… “Pero aquí todos parecen estar sumidos en la conformidad… Y conociendo el ánimo del “Alcalde”, no me atrevería a reclamar sola contra el”

“Yo lo hago”- respondió Morrigan… “Sin ninguna duda… ¡Que se atreva a ponerme un dedo encima que le rompo la cabeza!”

“Te sigo”- respondió Ismael…

“No sería mejor… ¿Ir donde el resto?”- hablo Aníbal rompiendo su mutismo…

“Ya hemos hablado de eso… Cuando me separe del grupo no quede con la certeza de que siguieran vivos, además han pasado semanas”- explico Ismael con tedio… “Es un viaje largo tomando en cuenta que no poseemos un vehículo y que si llegamos allá es probable que no estén con vida”

“¡Pero tu llegaste hasta acá sin ningún vehículo!”- opino Pedro…

“Si, pero me costó bastante lograrlo”

“Una “Revolución” contra el Alcalde es una cosa… Ir a Valparaíso a buscar a los otros es otra… Pero, ambas son igual de peligrosas”-interrumpió Morri… “Quiero volver a ver al Gori y al Sergio”

“¿Se puede saber que están tramando?”- pregunto una vocecita tenue…

Al volverse, notaron que en el umbral de la puerta de la cocina de la casa estaba parada una mujer joven, llevaba ceñido un ajustado vestido negro que la hacía parecer una muñeca antigua… El color de sus ropajes combinaba con su cabello liso y negro, un poco largo para ella…

“Hola Ally… ¿Adquiriste la habilidad de cruzar paredes?”- saludo burlona Morrigan

Allyson sonrio… camino a pasos lentos y solapados y se apoyo en el respaldo del sillon apoyando la mano en la cabeza de Ismael…

“Solo vine a verlos… y casualmente escuche parte de su conversación… ¿Piensan viajar?”

“Si, justo estábamos revisando el catalogo… No nos decidimos aun si por Villa Muerta o Podridoslandia”

“No es necesario que sean así en mi presencia… Pero les digo que no es bueno que se vayan”

“Nosotros mismos decidimos lo que es bueno para cada uno… Y como veo que van las cosas, prefiero arriesgarme a encontrar un lugar seguro y con alimento… A morirme de hambre aquí dentro”- explico Mariela con calma…

“Deberías al contrario… Pensar mejor por el bien de tu hijo”

“¿Insinúas que no me preocupo por el?”- Mariela empezó a alzar la voz…

“¡Eh!... ¡Eh!... ¡Cálmense!”- interrumpió Aníbal... “¡Con discusiones no llegamos a nada!”

Y luego añadió: “Ally, Queremos encontrar un lugar en el que podamos ser libres y estar tranquilos… Después de lo que paso con Rocío, me preocupa lo que pueda pasar con quien se ponga en contra de Lau”

“¡El hace estas cosas por el bien de todos!... ¡Ustedes lo odian desde el primer día que lo vieron!... ¡Como pueden ser tan pendejos!”- grito Allyson levantándose y roja de indignación…

“¿Y?... ¿Vas a ir a contarle todo?... ¿Nos echará de aquí por nuestro bien igual como hizo con Rocío?”- susurro mordaz Mariela…

Allyson hizo un movimiento rápido… Ismael estiro el brazo hacia su arma… Pero ella no pretendía hacer nada… solo quería retroceder… al notar el gesto de su amigo abrió mucho los ojos y con una mirada asesina se volvió y salió por donde mismo había entrado… Un portazo y todo quedo en silencio…

“Mierda… La Cagamos”- tercio Aníbal… “Creo que fuimos muy duros con ella”

“Quien sabe… Quizá “El Alcalde” se alegre de nuestro proyecto y nos deje ir sin chistar”

“No sé, no sé, creo igual que la Ally… Él lo hace por nuestro bien pero se le están subiendo los humos a la cabeza y ya está algo chiflado”- opino Pedro rompiendo su silencio…

“Silencio… ¡Yo me decido!... Pienso partir de aquí lo antes posible”- bramo Morrigan…

“Yo te acompaño”- hablo Ismael…

“Creo que no es necesario decirlo… Todos iremos… ¿Cierto?”

Una afirmación general acogió las palabras de Morrigan… Encabezando como líder del equipo sonrió… Sabía que Allyson lo pensaría mejor… Pero no deseaba más problemas… Ya se habían dejado estar mucho tiempo… Era hora de tomar riendas en el asunto…

"Deberemos informarselo al piloto con el que te comunicaste Mari"- susurro Morri con una sonrisa... "Quiza si en verdad viene en camino... El pueda ayudarnos"

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