lunes, 16 de julio de 2012

Archivo 57: "Que siga la corriente" (P.I)


El tiempo paso, los días fríos se recrudecieron, pero dentro del edificios se estaba confortable y cómodo, de todas maneras, la calefacción no se podía ocupar, de forma que se utilizaron muchas frazadas para acabar con aquel problema... Voló un mes, luego el segundo, y el tercero... de a poco los días empezaron a tornarse más soleados, pero aun las temperaturas eran bajas en las noches, el cuarto mes después de la Batalla por Zanetta, empezaron a amanecer los días radiantes lo que incentivo los ánimos del grupo en pleno... aparte, con los días de Octubre que se empezaban a presentar, existía la posibilidad de trabajar durante más horas en el tren, que según las estimaciones de Leon, estaría listo en un par de semanas, lo primero que pretendían hacer con el vagón era viajar hasta Quilpue en busca de suministros y visitar a la comunidad de Allyson. Honney había planteado aquella inquietud, ya que la fecha de la boda se venia encima, y deseaba que Allyson estuviera presente en la “ceremonia”.
Una mañana, Ines se despertó temprano, se desenvolvió de Felipe y se estiro tiritando a la fresca temperatura...
“Inesita... amor... cinco minutitos más”- gruño el muchacho tomándola del brazo.
“Pipe”- sentencio la muchacha dejándose caer de espaldas y besándolo con una sonrisa... “Recuerda... responsabilidad”
“No hay nadie herido... cinco minutitos más”- gruño el muchacho abrazándola con fuerza.
“Esta bien”- rio Ines cuando el la beso en el cuello... “Cinco minutitos más... ¿O acaso quieres...?”
“Responsabilidad”- repitió Felipe con soltura montándose encima a la muchacha... “Pero nunca me niego a ti”
Cristian tiritaba de frio, estaba en el primer piso encendiendo el generador, mientras Claudia lo esperaba arriba lista para poner agua a calentar, aun usaban hervidor electrico... en la noche hacia un brasero y calentaban agua... pero en la mañana no, en la mañana se ocupaba el generador.
Una ves andando el aparato, Cristian salió de la cámara del mismo y subió las escaleras hasta pillar el estacionamiento, luego, cruzo el mismo, donde descansaban los automóviles, el carro lanza aguas, el camión y las cajas de herramientas y barriles de combustibles... inclinado sobre el capot abierto de uno de ellos estaba trabajando Leon, recién llegado...
“¿Madrugando?”- pregunto Cristian acercándose y saludándolo... “¿Que haces?”
“Tenemos expedición mañana, recuerda... nos vamos de compras”- murmuro el pelirrojo tirando de una válvula... “Me levante antes para poder dejar esto listo de inmediato”
Cristian observo con detención, al parecer el deposito del radiador estaba algo dañado... debía ser porque era un auto viejo, aunque rápido, era viejo...
“¿Necesitas ayuda?”- le pregunto a su compañero... “Podríamos terminar antes”
“No, relájate”- sentencio Leon incorporándose inmune al frio del ambiente y sonriéndole... “Me imagino que arriba te deben estar esperando... Lo único que te pido, ¡Tráeme un café!”
“No hay problema, nos vemos en unos minutos”
Leon le volvió a sonreír y volvió a afanarse en su trabajo, mientras Cristian abandono la estancia y apretó el botón del ascensor con impaciencia... en su mente quedaban las palabras de Leon... Arriba, lo estaban esperando, y ella era justo una de las personas que no le gustaba hacer esperar, complacido trepo al ascensor apenas este arribo y luego apreto el botón que tenia escrito un numero diecinueve en el.
Melisa se tomo su tiempo, debía levantarse para ser chequeada a primera hora por Ines, pero el peso de la barriga era el suficiente para volverle esa tarea fatigosa. Por ende se acostó de lado esperando que Peter sacudiera la modorra y la ayudara a levantarse... el joven francotirador británico era dormilón cuando debía dormir, tal como era vigía cuando debía estar vigilante, mientras se despertaba, abrazo tímidamente a la muchacha y con delicadeza pego su cuerpo al de ella...
“Hace frio”- sentencio Peter en un murmullo ronco... “No seria bueno que te levantaras... Podrías esperar a Ines acostada”
“La idea es bajar a la enfermería pollito”- respondió la chiquilla complacida por la atención que Galecki tenia con ella...
“¡Te dije que no me digas pollito!... Me da vergüenza”
“No debería darte pues, deberías estar acostumbrado Pollito”
Peter resoplo vencido, hacia un mes que la muchacha lo llamaba pollito, buscando de alguna manera molestarlo con aquella palabra que a el le parecía un tanto cursi...
“Bueno, un pollito no tiene fuerza para levantar a una mujer con siete meses de embarazo”- rebatió Peter con una sonrisa que Melisa no podía ver... “Tendrás que levantarte sola entonces”
“¡Ah bueno!... Pero entonces el pollito podría hacerme el favor de ir a avisarle a Ines que me venga a ver mejor acá... Volviendo a tu idea”- contratacó ella...
Peter soltó su carcajada, en el silencio de la habitación la risa de cascabel de aquel muchacho sonaba más como platillos de batería, levantando el cuerpo, Peter busco el rostro de ella...
“Bueno, pero antes dame un besito”
“¿Uno solamente?”
“Bueno, todos los que quieras darme... Y luego, nos levantaremos, a esta hora el generador debe estar en funcionamiento”
“Dúchate tu primero, déjame unos minutos más aquí descansando”
Volviendo a besarla, Peter se levanto del camastro.
Claudia y Andrea ponían platos y tazas en la larga mesa de roble que ocupaban para desayunar todos juntos, Cristian estaba calentando el agua para el café, Armando aun dormía acostado y acurrucado en su cama propia. Mientras su madre y su “tío Victor” estaban en pie comenzando sus primeras acciones de la mañana, ambas muchachas bromeaban alegremente mientras esperaban dejar todo listo para el café y té caliente...
Victor tostaba el pan algo añejo que el día anterior habían horneado, de esa forma no se perdía nada de lo que se comía, cuando entraron en el comedor, Deremys y Felipe ambos estirándose y con caras de sueño, de igual manera ambos se veían de buen humor...
“¿Esta listo el desayuno?”- pregunto la muchacha rascándose la cabeza.
“Aun falta un poquito”- murmuro Cristian mientras hacia pinza con los dedos para tomar el pan caliente y dejarlo en un canasto sobre la mesa. “Pan caliente, que delicia”- sentencio Felipe frotándose las manos contento y luego saludando a sus amigos...
Mariela ingreso al comedor sujetándose el cabello con un moño… tenia el cabello sumamente largo, reclamaba un corte, pero le gustaba así. Correteando detrás de ella, Alejandrito, (aun en pijama).
“Buenos días”
Los chicos lo saludaron, Felipe hizo una mueca… tenia la boca llena con uno de los panes recién calentados, y estaba medio ahogado.
“¿Han visto a Leon?”
“Viene subiendo”- sentencio Cristian cogiendo la tetera y vertiendo agua en las tazas.
Matias acezaba… se había levantado sumamente temprano, necesitaba un par de horas de ejercicio para despejar la mente, golpeaba con frenesí la bolsa de “Pushing Ball” mientras amagaba fintas y volvía a golpear, mientras más crecía la tranquilidad a su alrededor, más frustrado e intranquilo se sentía, parecía haber absorbido todo lo que los demás sentían, habían pasado siete meses sin noticias, sin saber nada de nadie, sin saber nada de su familia… sentía que había llegado la hora de hacer algo…
“Me siento mejor bajo presión”
La presión le permitía olvidar, deseaba tomar un helicóptero y volar hacía el norte, buscar pistas, vivir el peligro y saborearlo, hacer algo… no estar allí, viendo pasar las horas muertas en una modorra de mil años. Llegaría el día en que las municiones se acabaran, el combustible se terminara, la comida escaseara… y entonces, empezaría el final.
Levanto la toalla a un lado y se seco la cara, caminó hasta la ventana y observo por ella el sol radiante… el frio había amainado, y el muchacho estimo que era ya hora de desayunar.
Leon termino de limpiar y llenar los radiadores de los automóviles con los bidones de agua, sobro algo de esa agua para limpiarse las manos, pero decidió no ocuparla, demasiado hambriento, decidió ir hasta el grifo semi oculto escondido a un lado de las puertas que conducían al segundo subsuelo y a la sala del generador. Se arrodillo a un lado y abrió la llave, metiendo las manos bajo el chorro, así les fue quitando la mugre adherida de los motores, al punto noto algo raro, algo raro en el agua…
En general Leon relajaba las articulaciones bajo el poderoso chorro de agua, la cual lo relajaba, pero ahora no notaba aquella fuerza purificadora, de forma que observo extrañado el liquido transparente, el mal augurio lo golpeo como una bofetada… rápidamente se levanto y busco un balde que ocupaban para lavar los vehículos, lo puso bajo el chorro de agua, con el presentimiento en el corazón encendido, Leon troto hasta la puerta del estacionamiento, entro al edificio, paso como una exhalación frente a los ascensores y se encontró en el espacioso Hall de entrada del edificio, fortificado con las barricadas armadas por los muchachos… se acercó al mesón de los conserjes y tomo el teléfono que conectaba internamente con cada departamento del lugar…
Cuando Matias entro al comedor unos cuantos minutos después, descubrió al grueso de sus compañeros en el lugar. Aun estaban ausentes, Leon, Ines y Melisa, le sorprendió que todos estuvieran callados mientras Peter hablaba a todo trapo por el citofono… “Buenos días”- saludo Matias dudativo… “¿Todo bien?”
“Shhhhhhhhhh”- sentencio Cristian… “Espera”
“Emmm… ¿Qué ocurre?”
Antes que Cristian pudiera responder, Peter colgó, estaba blanco…
“¿Qué paso?”- pregunto Mika… “¿Cuál es el problema?”
“El agua… se estaba acabando el agua”- respondió Peter melodramáticamente… “Leon me acaba de informar”
Mariela se levanto casi de un salto y se acerco al lavamanos accionando la llave… el agua fluyo… pero no con normalidad, la presión del agua había bajado…
“¡Esta saliendo poca agua!”- sentencio la muchacha…
“¿Pero como no se dieron cuenta cuando juntaron agua para el desayuno?”- pregunto Matias mientras los demás se levantaban alarmados…
“¡Llenamos el hervidor y los termos ayer!... ¡Debió haber bajado la presión durante la noche!”- chillo Andrea acercándose al grifo y mirándolo turnia como si creyera que podría almacenar el agua en sus ojos…
“¡Tenemos que juntar agua!”- grito Mariela cerrando la llave… “¡Juntemos todos los envases que tengamos vacíos!”
“¡Vamos!”- ordeno Matias, no hay momento que perder… “¡Separémonos y vamos!”
Se organizaron en cuadrillas, y rápidamente reunieron todas las cubetas, botellas, tarros y toda aquella cosa con tapa para ir recolectando en ellas el preciado elemento, mientras tanto, Leon, Cristian, Peter y Juan Jo revisaban las cañerías de las cuadras aledañas en busca de alguna fuga de agua.
Honney, Deremys e Ines iban juntando en una de las habitaciones más frescas de todos los bidones y agua embotellada que ya poseían. No pararon en casi todo el día, corriendo de un lado al otro… hasta que ya entrada la noche… el agua dejo de fluir y ni una gota volvia a caer desde las llaves.
Aun así, no se detuvieron, siguieron almacenando cuidadosamente hasta el ultimo litro de agua recolectada en la habitación recién destinada, luego, extenuados fueron a comer, comieron todos en silencio, pan del día anterior con miel, jugo embotellado y algo de atún de lata. Una cena pobre, ya que nadie se había dado el tiempo de cocinar algo decente con todo el trabajo de aquel día…
Una vez que los platos estuvieron limpios, Matias se puso en pie y rompió el silencio pesimista:
“Bueno, nos imaginábamos que esto pasaría algún día”- sentencio tentativamente. “Nos pillo demasiado desprevenidos, aun así logramos juntar una gran cantidad de agua”
“Agua que no nos va a durar mucho, tenemos que saber racionarla”- opino Claudia mientras le temblaban las manos entumecidas.
“Exacto, nos hemos relajado demasiado, debimos haber aprovechado el invierno y los días de lluvia para ir recolectando agua, a menos que encontremos la causa o la solución de esta falta de agua, tendremos que buscar opciones diferentes para bañarnos, lavar las cosas y consumir”
“Deberíamos beber solo alcohol y jugo”- opino Nicolas quien no perdía el sentido del humor.
“Yo por mi encantado” – respondió Matias sonriendo levemente, “Pero en serio, no perdamos la esperanza… Leon, ¿Ves alguna solución?”
Juan Jo se apresuro a contestar:
“Revisamos un sector a quinientos metros a la redonda, simplemente el agua ya no fluía libremente, por ende pensamos que el problema viene de la planta de agua”
“Las plantas de agua requieren manutención constante y adecuada, me sorprende que recién después de siete a ocho meses se colapsen”- intervino Leon.
“Podríamos ir a echar una mirada a la planta, creo que esta en Viña del Mar”- sentencio Cristian
“Podría ser”
Felipe levanto la mano como si estuviera en el colegio, Matias lo miro fijamente, y entonces, el muchacho bajando la mano empezó a hablar…
“Yo opino, que podríamos buscar una fuente de agua natural”
Todos se quedaron en silencio aturdidos…
“¿Y de donde piensas sacar una fuente de agua natural?”- respondió Mariela mordazmente… “No podemos ocupar el agua salada del mar, no tenemos un río o lago cerca”
“Lo se, pero es una opción”
“Debemos evaluar cada opción que exista”- opino Xavier quitándose los anteojos y limpiándolos con la manga… “Tenemos mucho que perder y todo por ganar”
“Pero”- contraataco Mariela… “Al fin y al cabo es una idea que no se puede…”
Se interrumpió… luego miro a su amigo y sonrió…
“Ya entiendo de lo que hablas”
“¿Alguien me puede decir que están pensando?”- levanto la voz Victor…
“Deben haber lugares con pozos en la ciudad”- sentencio Felipe… “También yo conozco algunos lugares de Quilpue con pozos… Un par de colegios”
Ismael y Morrigan soltaron carcajadas… también entendían, habían sido compañeros de escuela de Felipe en uno de aquellos colegios que tenían pozos naturales…
“Lo primero es ir a ver lo de la planta”- recapitulo Matias… “Mañana mismo iremos… Necesito a todos los técnicos conmigo”
En unos cuantos minutos, se decidió en plan, Matias, Sergio, Peter, Leon, Ismael, Mariela y Juan Jo irían en el helicóptero hasta la vecina ciudad y revisarían la planta de agua… a último minuto, Matias delego que Cristian se quedara en el edificio y se encargara del Tren, que estaba ya en el tramo final de reparación, delego la vigilancia en Felipe… y dejo a Mika a cargo de la redistribución del agua de las botellas más pequeñas a los pocos contenedores vacíos que habían sobrado…
Durmieron intranquilos, Melisa y Peter abrazados y temerosos por la misión que el joven tendría al día siguiente, Leon y Mariela se mantenían tranquilos ya que estarían juntos… Pero Claudia y Cristian discutieron salvajemente, por ende el muchacho se vio obligado a dormir en el sillón durante aquella noche…
Al día siguiente el grupo partió en el helicóptero… el agua era lo más importante de todo, luego Cristian, Victor, Xavier y KieL (a regañadientes este último); montaron a un automóvil y partieron a trabajar en el tren…
Ines se levanto temprano, pero Felipe, quien no había podido dormir mucho se quedo acostado, luego al fin se levanto y entro al baño… lo primero que hizo fue abrir la llave del agua para lavarse la cara… ninguna gota de agua salió, el muchacho lanzo una vehemente maldición… le costaría acostumbrarse a la falta de agua, esperaba que los muchachos encontraran una solución.

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